ALEJANDRA NARANJO | FILOLETRAS
26 DE ABRIL 2023
Africa Arias Saucedo es abogada por profesión y bailarina por vocación. Cursó las licenciaturas de Derecho y Danza Moderna y Clásica además de contar con una maestría en Ciencias Penales, dar clases de Danza Contemporánea y Clásica por doce años y ser coreógrafa y bailarina de Danza Contemporánea y Aérea.
Africa y sus alumnas con Alejandra Frausto.
Actualmente, Africa Arias participa en el Semillero Creativo de Producción Escénica en Tenancingo, Tlaxcala y nos concede esta entrevista a través de la virtualidad, mientras ella se encuentra en la CDMX, esperando el regreso de sus alumnas, quienes se encuentran en Colombia gracias a esta iniciativa de Secretaría de Cultura.
A continuación, la Mtra. Africa o miss Afri, como también es conocida cariñosamente por sus alumnas, nos explica qué son los Semilleros Creativos:
“El Semillero ya tiene varios años en diferentes modalidades, pero Secretaría de Cultura lo asume como tal hace tres años, aunque ya tiene un trabajo previo desde hace ocho (…). Hay semilleros en toda la República Mexicana de diferentes disciplinas. En el semillero en el que estoy yo hay cinco disciplinas: Títeres, Teatro, Artes Plásticas, Circo y Ballet, que yo lo asumo como danza, para tener mayor amplitud en esto del baile.”
Estos proyectos se encuentran en zonas consideradas como focos de peligro para infancias y juventudes.
¿Cuál y cómo es la labor de estos semilleros?
“Mi compañera que está ahorita conmigo es de Guerrero, de Metepec, en su zona hay crimen organizado. En mi caso la prostitución, las [y los] proxenetas…
Mi pueblo [el lugar donde vive la maestra] puede estar pegado con él [el pueblo de Tenancingo] y somos un abismo de diferencia, estamos en Tlaxcala. Incluso se pegan colonias y somos totalmente diferentes en contextos sociales.
Entonces, se van [los Semilleros] a los lugares más desprotegidos para las infancias y las juventudes.
Esa es su finalidad, que se haga un trabajo para que estas situaciones no afecten más a los niños y tengan una perspectiva diferente del contexto social en el que viven, para que no lo crean como algo normal. Esto a través del arte.”
Entonces, ¿cómo el ballet cambia a esas infancias y juventudes?
“Yo les trato de dar una perspectiva diferente, que hay un mundo más allá, allá afuera. (...) Quiero que sepan que hay algo más allá de Tenancingo.” Cuenta la maestra, pues esta iniciativa les ha permitido a sus estudiantes visitar escenarios como la Cámara de Diputados o el Auditorio Nacional.
“Entonces, salen, se disciplinan y ven que es otro mundo, y otro mundo el ballet también. Saben que deben ser disciplinados. Cambiarse solos, cuidar los vestuarios, prepararse…”
La maestra Africa reconoce el crecimiento de sus alumnos en el mundo del arte y en sus interpretaciones dancísticas.
La disciplina es elemental en la danza, pero, ¿qué otros valores ha cultivado en sus estudiantes?
“La responsabilidad, el orden, el respeto, a ellos y a sus compañeros, el compañerismo, la comunalidad. Creo que son varios valores que estoy reforzando y que ellos al principio ignoraban.
[Antes] llegaban y aventaban sus zapatos, ahora llegan y dejan en orden cada par de zapatos, saben que deben llevar el uniforme completo, saben que deben llevar su chongo, saben que si no llevan el vestuario no suben a bailar.”
Desde la participación juvenil e infantil, los alumnos de la maestra Africa, cuyas edades rondan entre los 6 y 16 años, han formado un reglamento, un sistema que les permite poner sus reglas y asumir responsabilidades, permitiéndoles la toma de decisiones.
“Esto los refuerza en seguridad y les crea otro tipo de contexto en mi salón.”
Este tipo de acciones, sembradas desde la danza y las artes generan hábitos que permanecen.
“Yo los entreno para la vida. Soy realista y la mayoría de los que están ahí no van a ser bailarines, peeero… todo lo que les estoy forjando lo van a aplicar cuando sean adultos o estén más grandecitos, en la prepa, o secundaria, no sé… en la vida futura. Todo este tipo de valores los ayudarán para que cuando se encuentren ante otras situaciones ellos sepan afrontarlas (…). Es más que nada formarlos hacia un futuro con unos cimientos de valores bien establecidos. Es irlos formando para la vida. Formar buenos seres humanos… con valores.”
Retomando la intención de permitir conocer otra óptica para los niños y jóvenes que formen parte de los Semilleros Creativos, tres alumnas de la maestra fueron invitadas a la Feria Internacional del Libro de Colombia para presentar lo que Africa denomina un cuadro escénico, ya que hacen movimiento pero recurren a un discurso hablado. En el escenario las acompañan Krhistina Giles y otras jóvenes del Semillero Nacional de Danza. A través de la poesía y danza presentaron Me gritaron negra.
“Hay temáticas que abordar en nuestra programación de Semilleros. Prácticamente estamos hablando del racismo, del clasismo y dentro de ello también se hicieron montajes de ese estilo.” -explica la maestra sobre el número que será presentado.
Sus estudiantes tuvieron esta oportunidad ya que el año pasado se conformó un selectivo de Semilleros a nivel nacional de las distintas disciplinas de estos. Las alumnas de Africa, las jóvenes Fernanda, Arlette y Daniela, fueron seleccionadas previamente por una audición hecha por video.
Ellas junto con la maestra tuvieron la siguiente impresión sobre el anuncio de su participación en Bogotá, Colombia:
“Dijimos que nuestro trabajo había rendido frutos, porque, a veces, aunque termináramos de dar clase a las 7 de la noche, salíamos del Semillero a las 9:00-9:30 de la noche, porque tenemos que hacer grabaciones, porque tenemos que hacer ensayos.
Ellas también a veces se la rifan y están ahí ensayando, ¡que siempre las regaño!, pero ellas sí… se la rifan y están ahí ensayando.”
Africa cuenta que durante las vacaciones trabajaban desde las 4 o 5 de la tarde hasta las 9:30 de la noche para afinar detalles para este tipo de proyectos que son lanzados para los Semilleros Creativos.
Una de las dificultades que se ha tornado en aprendizaje para la maestra son las condiciones en las que se encuentra el espacio de trabajo.
“Extraño mucho mi duela de madera y mis espejos enormes. Pero, a mí siempre la vida me ha enseñado a trabajar con lo que se tiene. Siempre. Entonces dije, si con lo mucho o poco que tenemos podemos hacer esto, imagínate si tuviéremos más.”
El esfuerzo de las infancias y juventudes en este tipo de espacios se ve recompensado en la oportunidad de vivir nuevas experiencias, conociendo y compartiendo sus creaciones artísticas en otros escenarios y con distintas personas, así como conociendo a personalidades que inspiran como Elena Poniatowska o Elisa Carrillo.
El contexto en el que se encuentran los Semilleros Creativos es difícil y el camino de la danza lo es también. Africa ha tomado lo mejor de todos estos procesos para seguir creciendo como persona y bailarina y ha aprendido más sobre conquistar sus objetivos a base de la disciplina, y l pregunta que se abre es ¿cómo lo ha hecho?…
Comments