JOCELINE LÓPEZ | FILOLETRAS
19 de marzo 2023
“Aparentemente yo era muy callada, pero acostumbraba escuchar a las personas, como un niño curioso que tú piensas que está entretenido y no nos escucha, pero está poniendo atención…”
Ethel Xochitiotzin Pérez
Poeta y narradora tlaxcalteca
Foto: Carlos Castillo
Ethel Xochitiotzin Pérez, originaria de Santa María Tlacatecpac, municipio de Contla de Juan Cuamatzi, Tlaxcala; precursora en la enseñanza de la lengua náhuatl en el Estado de Tlaxcala, teniendo como soporte una lengua materna, misma que le permite desempeñarse en el ámbito socio-cultural-lingüístico. Egresada de la licenciatura en Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Tlaxcala; ha sido becada por el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Tlaxcala en la categoría de investigación en el año 2000. Se ha desempeñado en la escritura de poemas en su idioma originario, mismos que han sido publicados en Pensamiento y voz de Mujeres indígenas por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI).
En un mundo de acción, siempre hay un primer acercamiento a algo que nos hace fortalecer esa parte humana; los abuelos de la licenciada Ethel Xochitiotzin, influyeron en gran parte de su desarrollo comunicacional, siendo así el mexicano en primera instancia, una inquietud para ella. En sus propias palabras:
“Mis primeros acercamientos fueron con mis abuelos, a ellos escuchaba hablar y de alguna manera me transmitieron parte de la lengua porque yo los escuchaba hablar en náhuatl… llegaban señores y señoras que nos iban a ver por mi abuelita comerciante y empezaban a hablar en mexicano, yo curiosa iba a escuchar…”
Sin embargo, no solo se quedó como una función meramente verbal, sino que el horizonte se fue expandiendo e, incursionó al ámbito literario:
“En cuestión de la literatura, prácticamente va de la mano… dentro de una comunidad se habla de leyendas, de la tradición oral…, a la lengua le hace falta crear más literatura. Yo escuchaba muchas leyendas, historias de la Revolución, del Día de muertos, de seres sobrenaturales…, y a mi abuelo se le daba eso de narrarnos historias cuando ya había tomado pulque…”
Comenta, y agrega:
“Mis primeros acercamientos a la literatura escrita la fui conociendo cuando entré a la facultad de Filosofía y Letras, en la carrera de literatura… y así fue como me fui acercando… a lo mejor no fui un alumno destacado… la muerte de mi papá… pues se van los ánimos y a veces no le tomas importancia. Cuando termino… el maestro nos pide hacer una investigación en nuestras comunidades…, yo hice el trabajo de investigación durante un año y veo que hay muchas respuestas de algo que yo no sabía de mi comunidad, y eso fue lo que me agradó más porque es algo que me gusta: el estar informándome de porqué cierto apodo hacia mi comunidad, porqué tiene unas ruinas arqueológicas… y encuentro mis raíces, de donde vengo”. Prosigue: “Me doy cuenta de que algunas informantes hablan el mexicano… entonces le voy entendiendo lo que dicen, entonces como dicen: a veces dejas que esta parte se duerma, algunos hablantes saben hablarlo, pero lo dejan morir en su memoria”.
Foto: Ethel Xochitiotzin
En el ámbito laboral, en la enseñanza de la lengua náhuatl menciona que:
“Empiezo a retomar la lengua, porque la conocemos de manera oral pero escrita no… me doy a la tarea de investigar cómo se escribe… de leer gramática en náhuatl, ver cómo lo han escrito… y ser un poco autodidacta… Y eso es como darme vida a mí misma…” Manifiesta que: “Ha sido un trabajo arduo, no ha sido sencillo porque muchas veces me da desánimo, porque cuando inicié como que a la gente no le interesaba… como diciendo ‘para qué vas a enseñar esa lengua… los chamacos ahora lo que quieren es que aprendan el inglés, el náhuatl ya para qué, eso ya no sirve’… sí me sentía mal porque cómo es posible que exista ese tipo de pensamiento… pero bueno, porqué voy a tomar esos comentarios negativos, yo voy a seguirle a pesar de lo que digan”.
Dentro de la falta de desinterés por parte de la sociedad, amonesta su preocupación por el aminoramiento que se le da a la lengua náhuatl, considerada patrimonio del estado y principal soporte en algunas comunidades lingüísticas indígenas. Dicho esto:
“Hay mucho rechazo, hay mucha falta de valoración hacia la lengua, mucha discriminación, por eso la gente deja de hablar la lengua, no le dan la importancia que debe de ser como el español, el francés, el inglés o como otra lengua extrajera”.
Los problemas se ven reflejados no solo en las carencias económicas, sino en las mentales y en el desinterés institucional. Desde su travesía comenta:
“Cuando yo me enfrento a la enseñanza, no solo hay carencias económicas, sino de la apreciación hacia la lengua, que yo espero que se siga difundiendo para que la gente la siga valorando… a veces la gente no quería pagar… y pues el salario era muy poquito… pero tu trabajo es tu trabajo y tienes que invertirle para tus pasajes, para tu material didáctico…” “Hay muchos motivos para que la gente lo vuelva a retomar y revitalizar… pero la gente lo ha sepultado en su memoria…” “Yo no he visto como mucho interés aquí, la misma SEP no le ha interesado porque no hay muchos textos en lengua náhuatl, y pues no solo yo lo estoy enfrentando… y pues me voy desanimando…” Refiere lo siguiente: “Es como cuando tienes un árbol y tienes mucha fruta entonces dices “ya me chocó” mejor prefieres que se eche a perder o se cae de que no le haces caso, así es con la lengua, está ahí pero a la gente ya no le interesa porque ya es del pasado… solo dicen que qué economía vas a obtener con aprender esa lengua, a lo mejor no van a tener mucho recurso pero si supieran la sabiduría que hay en esta lengua… y eso fue lo que hicieron los abuelitos…”
La falta de conciencia y de prioridad para la creación de espacios que permitan a las voces ancestrales, reflejar la sabiduría preparada y arduamente trabajada a los nuevos ritmos tlaxcaltecas, es un factor que tiene en pendiente como aspectos que son necesarios para que la lengua acreciente el número de hablantes. Como la escritora menciona:
“Hace falta hacer conciencia tanto el hablante como el no hablante de que realmente no queremos que se pierda esto, pero para esto sí necesitamos espacios donde nos den la oportunidad de difundir la lengua, como cuando se les dan cuando hablan de campañas electorales que a veces es basura… crear espacios donde se promueva, o donde la gente que habla la lengua se motive para que escriba, donde escuchemos a los abuelitos, porque los que lo están hablando se están yendo y si ellos no lo comparten… a través de espacios como la radio, la televisión… obvio, todo tiene una remuneración para que se apoyen…” De manera preocupante, continúa: “Algunos habitantes de Tlaxcala ni siquiera saben si hay lenguas originarias, estamos en una ignorancia en cuestión de nuestra cultura, de dónde somos, de dónde venimos. Es por eso que en Tlaxcala en un paso acelerado se está yendo la lengua…”
Finalmente, la escritora tlaxcalteca menciona que la juventud debe poner en alto sus orígenes y, por lo tanto, acrecentar los conocimientos de la cultura que los vio crecer.
“El consejo que yo les daría es que reconozcamos de dónde venimos..., reconocer que nosotros tenemos nuestras raíces y que valen la pena conocerlas y difundirlas…, yo no tenía bien grato decir que era de una comunidad indígena…, una vez un maestro poeta preguntó quién era de una comunidad indígenas y nunca alcé la mano para decir ‘yo soy’. Entonces te das cuenta cómo hemos perdido nuestra identidad. Entonces, sí sugiero que los jóvenes le den mucha importancia a nuestra cultura, y si vienen de una comunidad originaria o si hablan alguna lengua, o algún alumno de otro estado… que no se avergüencen, que digan de dónde vienen de dónde son, porque eso va sepultando la cultura: el silencio, la discriminación, el rechazo, todo eso va haciendo que eso que pueda brillar en algún futuro se opaque…”
No obstante, manifiesta como parte de la prevalencia al docente, a lo cual, se dirige a él con lo siguiente:
“Tú como profesor tienes que influir en tu alumno…, si tu valoras lo que tienes, se lo vas a transmitir y ellos van a estar inquietos… animarlos a que hagan algo… eso es motivarlos a que busquen y no dejen morir esta parte… los maestros tenemos que incidir en ellos…”
Ethel Xochitiotzin Pérez, termina diciendo que:
“si cada uno de nosotros pusiéramos un granito de arena para que esto trascienda…, imagínate cómo trascendería nuestra cultura, sobre todo las lenguas originarias de Tlaxcala”.
Foto: Carlos Castillo
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