ALEJANDRA NARANJO | FILOLETRAS
26 DE ABRIL 2023
Africa Arias se ha adentrado en distintas disciplinas dancísticas, que las cuales, sin ser muchas las ha aprendido lo mejor posible.
“He tratado de aprender varias cosas lo mejor posible porque luego dicen “el que mucho abarca poco aprieta” lo que he aprendido lo he aprendido bien. Entonces, yo espero regresar [retomar la danza aérea] por mí, para tener algo mío, artísticamente hablando.” Nos cuenta Africa sobre un poco de su recorrido en otros tipos de danza, como la danza aérea y a la que espera regresar para tener creaciones que pueda llamar propias, las cuales no pertenezcan a algún organismo como los Semilleros, que forman parte de la Secretaría de Cultura o como el trabajo que realiza en sus clases de educación básica.
"Me sentía vacía"
A pesar de haber obtenido el título de Licenciada en Derecho con Mención Honorífica y becada toda la carrera, Africa sentía que algo faltaba en su vida.
Al enfrentarse al mundo de egresados y con la intención de buscar oportunidades ella se traslada a Puebla. Estando allá, en cierta ocasión, por casualidad pertinente del destino, Africa encontró una nota en el periódico de la BUAP que ofertaba la Licenciatura en Danza Moderna y Clásica.
“Tengo 23, pues voy a internarlo. Fueron dos años muy difíciles por parte de mis papás que no aceptaban que yo cambiaba Derecho por Danza. Dijeron “pues no te vamos a apoyar”, entonces me tuve que poner a trabajar y a estudiar. Entonces… era ir a hacer ejercicio como loca por las mañanas, ir a trabajar por las noches a un telemarketing y llegaba a tu casa a las 10 de la noche y me ponía a estudiar.”
"Yo no soy una bailarina nata, yo no nací con el don de bailar"
“Yo no nací con el don de bailar, lo que tengo lo he conseguido a base de disciplina y mucho trabajo. Yo no tengo ese don, como otras chicas que lo nacen, yo no lo tengo… pero si tengo mucha disciplina, he tenido muchas ganas de hacer las cosas, me he esmerado en muchas cosas que he hecho en la danza.”
Propósitos
“Lo único que me prometí antes de terminar la carrera de danza fue: yo si voy a salir con trabajo antes de graduarme y lo logré. Logré un año antes de graduarme empezar a trabajar en el CECART y en el IEU. Yo no estaba titulada cuando empecé a dar clases en el 2011. Le eché muchas muchas ganas.”
Africa siempre puso su mayor esfuerzo en todo lo que hizo y así también logró ser el mejor promedio de su generación. ¿La fórmula?
“Trabajar, estudiar y… chingarte han sido mi fórmula, porque repito, yo no soy bailarina nata.”
A pesar de las limitantes corporales, para llegar a donde se encuentra tuvo que dominar la técnica.
“Tuve que aprender mucho la técnica clásica y las diferentes técnicas de contemporáneo y esforzarme más que las demás.(…) Entonces era estirar después de clase, estudiar las secuencias, repetirlas, memorizarlas… a mí se me olvidan luego las secuencias.”
Las dificultades atravesadas por la bailarina le enseñaron que estos no son fracasos si no oportunidades:
“Los que lo nacen [el talento] tienen que aprovecharlo, y los que no, tenemos que trabajar duro para obtener y crear nuestras oportunidades. Yo siempre he dicho oportunidades.”
Por último, ¿qué ha terminado siendo para Africa la danza?:
“Mi vida, yo nunca creí ser maestra de danza. (…)
La vida te va llevando. Tú dices voy por acá pero la vida te va dando el camino que tienes que seguir para llegar a. Te lo juro. Entonces, yo me dejé llevar.
Para mí la danza es la que me da vida, es la que me da de comer, es la que me ha llevado a muchos lugares, mis viajes me los ha pagado la danza.
La danza es todo, me ha dado mucho y a mí me gusta darle cosas a la danza, respetándola y manteniéndola.”
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