Raúl es un viajero tlaxcalteca que lleva más de cinco años disfrutando de su más grande pasatiempo: viajar. La mayoría de las veces suele hacerlo solo, sin embargo, en ocaciones organiza viajes grupales con sus contactos de Facebook. En realidad, Raúl no recibe ninguna remuneración por la organización de estas grandiosas aventuras más allá de los recuerdos inolvidables que el grupo crea. En esta ocasión, te compartimos una crónica de su última aventura; un trekking que hizo en Perú
La empresa que les facilitó todo fue PeruQorianka, les cobró $330 USD por 4 días y 3 noches (ya incluído el desayuno, almuerzo, comidas y cenas). En esta ocasión, quienes formaron parte de el viaje en trekking fueron ocho valientes viajeros (incluido Raúl), más dos cocineros, el guía y el arriero con 5 mulas.
El grupo contaba con personas de edades distintas, siendo así una chica de 30, su hermana de unos 28 años, su papá de 66, su mamá de 61, un argentino de 66, una chica alemana como de 27, su novio alemán como de 29 y Raúl, de 32 años.
Llegaron a Lima a las 6:30 de la mañana desde la Ciudad de México, su autobús salía a las 10:30 de la terminal, desayunaron sándwiches en el aeropuerto Internacional Jorge Chávez y hora y media antes de la salida del autobús tomaron un taxi a la terminal del norte , viajaron por poco más de 8 horas desde Lima hasta la ciudad de Huaraz con la compañía de autobuses Cruz del Sur, una vez en Huaraz, se hospedaron en el Alojamiento Soledad, cenaron en un pequeño restaurante por la zona y finalmente fueron a dormir.
Al día siguiente, comenzó la ruta hacia la aventura, los cocineros pasaron por el grupo a las 7:15 de la mañana, después de dos horas aproximadamente de carretera se detuvieron para encontrarse con su guía de turismo, regresaron a la carretera y a las 10:30 llegaron al punto de partida del trekking. Ahí les dieron una bolsa con fruta y pan , le dieron su mochilas al arriero y cada viajero llevaba únicamente a sus espaldas agua, impermeable y papel higiénico.
A las 11 de la mañana comenzaron a caminar por la apertura entre 2 montañas, empezaron por una subida bastante empinada, sin embargo, a la primera hora del camino a uno de sus compañeros le empezó a dar mal de altura, siguieron escalando, tuvieron que cruzar un acantilado y no faltó en ellos el sentimiento común de preocupación con las mulas con la carga.
Después de casi 7 horas de caminar entre Ríos, cascadas y lagos llegaron al primer campamento en donde el arriero ya tenía listas las tiendas de campaña, posteriormente vieron como el arriero hizo un hoyo en el suelo el cuál, sería nada más y nada menos que su baño.
En una tienda de campaña la esposa y su esposo tenían su tienda propia. La amiga de Raúl y su hermana la suya, la pareja de alemanes la suya, el argentino dormía en su propia tienda de campaña y Raúl también dormía solo.
Todos los días se levantaban a las 5 de la mañana y a las 5:30 los guías tocaban a las tiendas de campaña para darles una taza de té con hojas de coca. En promedio caminaban entre 7 y 8 horas diarias y cargaban con un peso aproximado de 2 a 3 kilos en sus mochilas.
El punto más alto fue Punta Unión a 4750 metros sobre el nivel del mar. Caía hielo y fuertes vientos, fue todo un desafío y una vez que lograron ascender tuvieron que bajar por enormes piedras para poder llegar a los grandes valles del parque nacional Huascarán, todo el trek fue en ese parque, también conocido como la cordillera blanca de Los Andes. Al final de la caminata diaria, siempre llegaban a los campamentos a las 4 pm porque a las 6 pm ya no había luz.
El circuito no es circular, es lineal, empiezan en un extremo de la cordillera de Los Andes y lo terminan en otro punto llamado Vaquería, ahí fue al cuarto día que al terminar los días de trekking la camioneta ya los esperaba para regresarse todos a la ciudad de Huaraz.
Todas las las fotografías usadas en esta crónica fueron cortesía de Raúl y puedes hecharle un vistazo a la cuenta de Instagram de Raúl para ver las fotos y anécdotas que documenta en sus viajes.
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