UNA NOCHE MAGÍCA EN CONTLA DE JUAN CUAMATZI

CRÓNICA

JULIET ARMAS

Los ciudadanos de Contla de Juan Cuamatzi decoraron las calles principales con tiras de papel picado y pequeños saltillos elaborados con colores vivos, rojo, azul, amarillo y verde, las personas se reúnen el domingo desde las 6:00 am en los molinos más cercanos a sus hogares, esperando su turno para moler el chile, ajonjolí, almendras, galletas, plátano macho y más, las señoras apuradas llevan todo a sus hogares, preparan la olla más grande para preparar el mole en familia.

FOTOGRAFÍA: FILOLETRAS

La madre de la familia se encarga de repartir las tareas a todos, uno cocina el pollo, otro se encarga de hacer los tamales, otro las tortillas, otro barre toda la casa, se cortan los arbustos que estiran sus ramas intentando alcanzar el cielo, se coloca el manteado, mientras se sazona la mezcla de chile y el caldo de pollo, con el chocolate de la marca abuelita, Carlos V o otros, se colocan las sillas, mesas, manteles y un pequeño adorno de flores sobre la mesa.

Se prepara el arroz, el agua de Jamaica, las servilletas, las cucharas, platos y vasos, dan las 3:00pm y cada vez se acerca más el timbre y los pasos que se acercan a la casa, con todo listo, los anfitriones se bañan, cambian y arreglan, se escucha el primer sonido de timbre, se abre la puerta y se recibe a las personas con una sonrisa, comienza el alboroto de recibir visitas, servir los platillos, el agua, el refresco, los tamales y todo lo preparado con anticipación.

Con el paso del tiempo, se nota el cansancio, los pasos atareados seguidos de los llamados de los invitados solicitando más mole, arroz o agua, todos ayudan aunque también se escuchan riñas por no encontrar algo, entre el desorden, al final todos se despiden entre risas, se escuchan los suspiros de alivio al terminar la tarea.

Dan las 9:00 pm los visitantes se han ido, se preparan para salir al centro de Contla, con gran ilusión de mirar los fuegos artificiales, las luces, los juegos gigantes que se observan desde lejos, la música se escucha, el ambiente es muy alegré, la gente junta en los puestos mirando las palanquetas, dulces, bebidas exportadas, juegos de canicas, playeras, las tazas, rebozos, Y los juegos mecánicos como los clásicos caballitos para los niños y los adultos reunidos en el teatro del pueblo bailando al ritmo de la música de banda, las risas, luces y la alegría inundan la noche, un evento mágico que solo se repite una vez cada año.

FOTOGRAFÍA: FLOLETRAS