María Torres | Filoletras
En una sociedad donde constantemente nos preguntamos ¿Cuál será el futuro que nos depara a los humanos en la tierra? una respuesta inevitable surge, no existe un futuro y claro que no lo existe si no cuidamos el planeta. Se observa cuando en el siglo XXI, cada día es una lucha contra acciones que maltratan el planeta y que provocan que paso a paso se degrade nuestro entorno.
Sin embargo, en la búsqueda de soluciones a los desafíos ambientales que enfrentamos hoy en día, debemos dirigir nuestra mirada hacia el futuro: nuestros niños. La ecopedagogía emerge como una herramienta vital en la formación de las generaciones venideras, capacitándolos no sólo para comprender, sino también para abordar los problemas ambientales de manera proactiva y sostenible. Y no solo eso la ventajas de enseñarla puede crear al ser jóvenes su conciencia ambiental se desarrolla a temprana edad, ya que les enseña a los niños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y cómo sus acciones individuales pueden tener un impacto positivo en el mundo que los rodea; a su vez genera confianza y empoderamiento infantil, les ayuda a saber que sus acciones tienen el poder necesario para cambiar su entorno se desarrollan habilidades prácticas y rutinarias como el reciclaje, compostaje, cultivo de alimentos y conservación de recursos, que pueden aplicar en su vida diaria. Todo a través de la conexión en la naturaleza siendo conscientes de su entorno natural, llegando a protegerlo y desarrollando nuevas herramientas que faciliten su motricidad como el uso de pinza fina y gruesa; por su puesto que su pensamiento se volverá aún más crítico facilitará la comprensión de su entorno, los problemas por los que pasa y diseñará creativamente soluciones.
El trabajo en equipo por otra parte enseñara a tener una convivencia donde los integrantes de la comunidad tengan como objeto en común el desarrollo del ambiente, las capacidades de interactuar con otros se ven beneficiadas por el desarrollo de la ecopedagogía en niños.
En resumen, enseñar eco pedagogía a los niños no solo les proporciona conocimientos sobre el medio ambiente, sino que también les ayuda a desarrollar habilidades prácticas, pensamiento crítico y una conexión más profunda con la naturaleza, lo que contribuye a formar ciudadanos responsables y comprometidos con la sostenibilidad.
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