Karina Osorno
A veces el amor por la escritura surge de los lugares más fortuitos, se puede encontrar en los rincones más inesperados y llega de las formas más maravillosas que se puedan imaginar. Cuando esta chispa se enciende es imposible apagarla, trayendo como consecuencia increíbles obras en las que se refleja el amor y dedicación del autor, provocando las más sublimes emociones en quienes las leen.
Con el fin de conocer más sobre los escritores mexicanos contemporáneos se realizó una entrevista al prolífico escritor Miguel Antonio Lupián Soto, quien nos compartió su interesante experiencia dentro del mundo de la creación literaria.
La llegada de la escritura a la vida de Lupián fue algo esporádica, pues mencionó que su formación profesional estuvo centrada en Medicina Veterinaria y Zootecnia, sin embargo, su entrega a la literatura surgió a partir de la creación de un cuento que debía estar relacionado a su rama formativa. Su obra fue nombrada “Vaca Láctica” la cual aseguró que es un tributo a las cápsulas animadas de su época.
De igual forma, compartió algunas de sus dificultades personales al momento de escribir como “la correcta traducción de las ideas a palabras escritas, así como el adecuado uso de las herramientas que hemos ido generando a través de la lectura y la propia escritura” y de igual forma, señaló que otro obstáculo es la parte editorial, como la búsqueda de convocatorias, premios, dictámenes, etc En este sentido, el autor señaló estar más interesado en la exploración de ideas y sentimientos que en la comercialización.
Además de esto habló de sus principales y más importantes inspiraciones al momento de escribir, mencionó que siempre debe haber un “disparador” que genere ideas o sentimientos siempre y cuando lo cuestione. Por lo que la mayor inspiración de Lupián es la exploración de ideas y sentimientos para compartir con los lectores, ya que mencionó que su intención principal no es ofrecer respuestas, sino generar preguntas.
Finalmente, compartió algunos de sus trabajos futuros como “dos libros en concursos nacionales: uno de minificción (sobre un museo “fantasma” donde las obras exhibidas tienen que ver con la violencia de género) y uno de cuentos (donde abordo la pérdida a través de rituales prehispánicos y mucho folk). A la vez, estoy terminando un libro de cuentos infantiles sobre un grupo de amigas que investiga situaciones extrañas o sobrenaturales.”
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