ALEJANDRA NARANJO | FILOLETRAS
08 DE ABRIL DE 2023
Tlaxcala figura en el mapa y en la boca de los mexicanos como el estado más pequeño de la República Mexicana, es tan microscópico que se podría llamar casi inexistente.
Correspondiendo a su pequeña extensión territorial encontramos la módica cantidad de 1, 343 millones de habitantes según cifras del INEGI en 2020.
De entre esta cantidad de gente, figuran jóvenes entre los 15 a 29 años, representan el 25.7% de la población, quienes, además de encontrarse estudiando la secundaria, preparatoria o universidad aprovechan su formación en otro tipo de áreas, como la artística, practicando disciplinas como música, danza, teatro, artes plásticas, canto, entre otras, que en un principio pudieron ser meramente pasatiempos, pero se transforman en una futura opción profesional, pues es en ellas donde se encuentra una pasión y verdadera vocación.
Fotografía: Gran Pausa
Así como pocos somos los habitantes en un estado tan nimio como el nuestro, son pocos los lugares que ofertan la enseñanza en estas disciplinas y que cuenten con una formación igual de actualizada o profesional como la de aquellos que se encuentran en ciudades como la CDMX o Puebla, que no causa sorpresa.
Todo aspirante a profesionalizarse en cualquiera de estas áreas, al darse cuenta de que no se tienen las mejores condiciones en el estado para desarrollar sus capacidad artísticas se ve obligado a buscar alternativas en los estados aledaños, encontrándose que, lo que para él pareciera ser lo más avanzado en su aprendizaje, en otros contextos pareciera ser lo más elemental.
Por otra parte, pudiera ser el caso de creerse poseedor de una gran formación y capaz de estar a un paso del camino a hacerse un profesional en cualquier disciplina artística, eventualmente se dará cuenta de que, no cuenta más que con lo básico y deberá seguir su capacitación para rendir un examen de admisión a una universidad o una audición a una compañía.
La profesionalización en las artes siempre ha sido fuertemente criticada, si bien, actualmente, las autoridades comienzan a apostar más sobre el apoyo a estas, después de haberlas pasado desapercibidas por tantísimos años, su preocupación y apoyo a través de los distintos organismos de cultura no es formidable aún.
Hace 10 años era el apoyo escaso y hace 20 o 30 lo era aún más. Las condiciones en las que se desarrollaron distintos maestros de estas áreas en nuestro estado han sido mucho más difíciles en comparación de las que se encuentran los actuales interesados en formar parte de este gremio, incluso, y debido al confinamiento recientemente vivido, hoy se pueden tomar capacitaciones en línea, aunque, no deja de ser un recorrido difícil que seguir, pues la profesionalización de las artes es también un camino tocado por el privilegio, marcando brechas de desigualdad para todos, pero esa ya es harina de otro costal.
La perspectiva de las artes va evolucionando a ojos de la sociedad mexicana, aunque aún cuesta un poco imaginar a un padre gritando con gran ilusión y orgullo: “¡Quiero que mi hijo se dedique al teatro!”.
El cambio de pensamiento referente a la apuesta de la sociedad y el Estado a la cultura y las artes influyen de manera positiva, aunque sea un poco, en el apoyo de los padres en la formación artística de los hijos, guiándolos a escuelas especializadas en otros lugares, y contribuyendo a un futuro acceso a la educación superior en donde se podrá explotar la capacidad artística de cada uno de ellos.
Son pocos los jóvenes tlaxcaltecas que se inclinarán a elegir una carrera universitaria con énfasis en Arte, porque, como ya se sabe, si apenas el resto de la República está volteando los ojos hacia algo tan importante como el arte, Tlaxcala recién los abre. Aunque, para desenvolverse en el oficio no hace falta contar con los diplomas de las universidades más prestigiosas del país, si no, de hacer curriculum en escena, en exposición. En ambos casos, los futuros artistas aún serán menos los que se inclinarán a la docencia inmediatamente, pues se querrá experimentar la primera necesidad del artista, ser creador, tal vez, a posteriori, el dirigirse frente a un grupo se vuelva más tentador… y sostenible.
De esos pocos, aún serán muy pocos más los que decidan regresar a un estado que pocas o nulas oportunidades les ha dado, aunque, ya comienzan a verse desde hacia unos pocos años atrás, grandes profesionistas que han regresado de este difícil camino de profesionalización a tierras tlaxcaltecas para ofrecer ahora las oportunidades que a ellos les tocó ir a buscar en otros lados.
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